29 ago 2011

Bad Girl: Capítulo 2 (Parte 1): Entre besos y decoraciones


-¿Me estás diciendo que esta casa va ser tuya? Se nota que todavía no has pasado tú a decorar.
-Es que mi madre no me dejaba.-dije entre risas.

Era un cielo y un caballero. Parecía estúpido pero pensaba que me estaba enamorando. Era todo, su sonrisa, sus ojos, su forma de hablar, la manera en la que me miraba, todo. Y estábamos solos, en mi futura casa y con un par de cervezas en el cuerpo. Me abalancé sobre él y le bese. Fue un acto reflejo pero el me correspondió rodeando sus brazos a mi cintura y siguiendo con el beso.

Nos tiramos contra el sofá y seguimos besándonos. No teníamos limites. Eramos jóvenes y la noche era nuestra. Hasta que unos putos golpes en la puerta nos interrumpieron. Rápidamente me recompuse al igual que hizo Meison. Hice acopio de todas mis fuerzas mentales y abrí la puerta.

-¡Mamá!-grité alegre por saber que era mi madre y no la vecina.
-Samara, ¿qué haces aquí? ¿Y con un hombre?
-Le estaba enseñando la casa. La quiere alquilar.
Mamá dio un serio repaso a Meison y luego a mi.

-La casa y el interior de tu garganta. ¿Me equivoco?-dijo mientras miraba mis labios hinchados y desmaquillados.
-Eeeer, mamá....puedo explicarlo....-empecé a excusarme.
-Da igual, ya eres mayorcita. A ver, jovencito. ¿Serás mayor de edad, no?
-Si, señora.-contestó en su perfecta voz.
-¿Y estás dispuesto a alquilar la casa?
-Su casa es preciosa y no me importaría alquilarla.
-Son 250$ al mes. ¿Podrás pagarlo?
-Si, podré pagarlo. Hace poco recibí una suculenta herencia y podré echar mano de ella hasta encontrar un trabajo.
-Bien. La casa es tuya. Puedes pasar aquí la noche. Ya nos encargaremos del contrato mañana.

Sonreí.

-Samara,vamos. La casa se la he alquilado a él, no ha ti. Tú ya tienes un cuarto esperándote.

Bad boy-Capitulo 1

Bad boy es la historia paralela a Bad girl. Cuenta la historia desde el punto de vista de Meison. Espero que os guste.



El camino se me hacía pesado. Mis muñecas parecían ya dormidas, apenas las sentía. Afortunadamente divisé a lo lejos el cartel que me anunciaba mi destino; Maben.

Tenía que dejar atrás todo. Aquellos malos caminos, aquellos actos crueles. Tenía que huir muy lejos. Maben era perfecto. Un pequeño pueblo dejado de la mano de Dios en un recóndito paraje del estado de Webster, Misisipi.

A medida que más me iba acercando encontré un pequeños bar de carretera cuyas luces de neón me hipnotizaron. Aparqué mi vieja Harley heredada y entre al local.

Observe detenidamente a la camarera. Pelo rosa, maquillaje oscuro, piercing de aro en el labio y un color de labios morado oscuro, casi negro. Tenía el rostro más bello imaginable. Y sus apariencias dejaban claro que era una chica con carácter.

-¿Qué le sirvo?-me preguntó. Tenía una voz hermosa. Suave y madura. Era la voz más espectacular que había oído.
-Una cerveza. -dije, a riesgo de que me pidieran el carnet de identidad.
-¿Cerveza?-me preguntó. Su voz se había vuelto confusa.
-Si, cerveza. ¿Pasa algo?-pregunté preocupado.
-No, no. Nada.

Se dirigió a una especie de cuartucho que yo diría que era el almacén. Al poco rato salió con una cerveza en la mano.

-¿Sabes si por este pueblo alguien alquila un piso o una habitación?-pregunté.
-Depende de para cuanto tiempo.-contestó. Se puso a limpiar la barra con un trapo húmedo.
-Indefinido.
-Bueno... en frente de mi piso se alquila uno. Un duplex bien amueblado y amplio.
-¿Sabes? Eres buena vendiendo pisos. Me has convencido. ¿Y dónde puedo contactar con el dueño?
-Ya lo estás haciendo.-soltó una sonrisa picara.-Cuando cierre el bar te pasas por mi casa a hablar con mi madre. Ese piso va a ser mio cuando tenga 18 años pero tú sin prisas, que vivo muy cómoda en mi casita.
-¿Y cuánto tiempo te queda para llegar a los 18?
-Un año y 2 meses.
-No los aparentas.
-¿El qué no aparento?-otra vez confusa.
-Los 16 años. Pareces más mayor.
-Gracias.
-Por cierto, me llamo Meison.
-Samara.
-¿Esa no es la niña de “The ring”?-pregunté. Ahora el confuso era yo.
-Si, lo es. Pero que conste que yo soy más vieja.

No pude evitar sacar una sonrisa.

26 ago 2011

Capítulo 1 (parte 2): De sonrisas y cervezas

-¿Qué le sirvo?-pregunté al misterioso extraño que yacía sentado enfrente de mi.
-Una cerveza.
-¿Cerveza?-pregunté confusa. Nadie en el pueblo solía pedir cervezas. Todos los clientes eran más aficionados al whisky y al ron con cola, nunca a las cervezas.
-Si, cerveza. ¿Pasa algo?
-No, no. Nada.

Me dirigí al almacén a ver si encontraba alguna cerveza sin caducar. Solíamos traer de vez en cuando cerveza, durante la época turista. Acabábamos de salir de esa época y casi seguro que alguna que otra cerveza nos quedaba. ¡Bingo! Saqué una de la caja y vi que aún estaba sin caducar. Sé la serví al misterioso chico.

No le echaba muchos años. Tal vez 17 o 18. Tampoco es que importase mucho, en este pueblo servían alcohol a menores, siempre fue así. Era rubio tirando a castaño y tenía unos profundos ojos color chocolate. Su tez era bastante pálida sin llegar al extremo de la palidez. Tenía un bello cuerpo, no cabía duda y la chupa de cuero realzaba aún más su físico.

-¿Sabes si por este pueblo alguien alquila un piso o una habitación?-me sorprendió él.
-Depende de para cuanto tiempo.-dije a la vez que limpiaba con un trapo no muy húmedo la barra.
-Indefinido.
-Bueno...-pensé.- en frente de mi piso se alquila uno. Un duplex bien amueblado y amplio.
-¿Sabes? Eres buena vendiendo pisos. Me has convencido. ¿Y dónde puedo contactar con el dueño?
-Ya lo estás haciendo.-solté una sonrisa picara.-Cuando cierre el bar te pasas por mi casa a hablar con mi madre. Ese piso va a ser mio cuando tenga 18 años pero tú sin prisas, que vivo muy cómoda en mi casita.
-¿Y cuánto tiempo te queda para llegar a los 18?
-Un año y 2 meses.
-No los aparentas.
-¿El qué no aparento?-pregunté confusa.
-Los 16 años. Pareces más mayor.
-Gracias.
-Por cierto, me llamo Meison.-dijo en su atractiva voz.
-Samara.-contesté yo en respuesta.
-¿Esa no es la niña de “The ring”?
-Si, lo es. Pero que conste que yo soy más vieja.-dije en un intento de hacerle reír. Quería ver su sonrisa.

No me respondió nada, simplemente rió y sonrió como solo él sabía hacer.

25 ago 2011

Capítulo 1 (parte 1): Smells like teen spirit

-¡Samara!-gritó mi madre desde la cocina. Apenas la oí, estaba demasiado inmersa en mi música. Cuando me dí cuenta de su llamamiento, alcé la vista por los escalones.
-¿Qué quieres, mamá?-pregunté delicadamente, sabía que si lo decía groseramente, mamá me castigaría y tenía una cita muy importante a la que debía acudir.
-Necesito que me cojas la bandeja de plata.

Ya estaba de nuevo, mamá y sus pequeño tamaño la impedían alcanzar la mayoría de las cosas que se encontraban en la cocina y mientras papá trabajaba, tenía yo que satisfacer sus pequeños caprichos cocineros. Le alcancé la bandeja y volví a mis que haceres.

Nirvana me esperaba en mi cuarto. En el reproductor sonaba Smells like teen spirit. Mi cuarto, adornado de grandes posters de Nirvana y otros grandes grupos volvía mi cuarto aún más tenebroso de lo que era. Patas, mi tarántula, hacía tres días que campaba a sus anchas por mi cuarto. Desde entonces, mamá no lo pisa. Sigo sin encontrarla pero al menos, espero que se decida a salir algún día de su escondrijo, seguramente fabricado de calcetines sucios.

Aún no sabía que hora era, el reloj del portátil no marcaba la hora exacta, sería imposible que estuviésemos en las 03:15, no era de madrugada. Y mi cuarto brillaba por la ausencia de relojes. Decidí no darle más vueltas y esperar a que me llamarán a cenar.

-¡A cenar!-gritó mi madre pasados 20 minutos.

Baje corriendo las escaleras. Mamá cocinaba bien, siempre hacía alguno de sus exquisitos platos para cenar.

-¡Mmmm! ¡Chuletas!-exclamé extasiada por la idea de comer carne. Me gustaba la carne y sobre todo las chuletas de mamá.

Terminé de cenar y subí a mi cuarto. Me tocaba el turno de noche en el bar. Nunca me gustó trabajar en el bar en el turno de noche. Siempre había borrachos en sus últimas y juerguistas poco apropiados.

Me cambié mi pijama negro por unas medias rosas y negras a rayas y mi fabulosa falda de tutu negra. Lo combiné con un corpiño negro de cordón y me calcé unas botas de combate recién compradas. Junté todo eso con un colgante de llave antigua y mis guantes de red hasta el codo sin dedos. El maquillaje era el de siempre, un smooky eyes negro y un color de labios morado oscuro. Me puse el aro en el labio para que mi agujero no se cerrase.

Sean bien recibidos

Bienvenidos al blog donde publicaré los libros de la saga "Girl", escritos por mi. Si si, después de tanto reñirles y daros consejos, postearé mis novelas aquí. El primer libro de la saga se llama "Bad Girl" portada realizada por Alex del blog http://alex-elartedecrear.blogspot.com/
¿Qué os parece la portada? ¡A mi me encanta! Ahora sois vosotros quienes tienen la oportunidad de opinar sobre mi novela, juzgarla y decirme los puntos malos y los puntos buenos.
Disfrutad de "Bad Girl"